Tan lejos, tan cerca

Para llevar adelante este sueño, hoy convertido en realidad, formaron un equipo de grandes profesionales locales con el objetivo de crear vinos que representen la pasión de la familia y el amor por sus orígenes. Hace muchos años que el ingeniero argentino Federico Bandini se mudó a Houston (Estados Unidos) para dirigir su empresa de servicios petroleros. Sin embargo, siempre tuvo en la cabeza volver a su Mendoza natal de alguna manera. 

Así fue que en 2015 aproximadamente adquiere una de las fincas más grandes de Las Compuertas, en el corazón de Luján de Cuyo. Claro que le gustaba el vino, pero quería ir más allá, quería encarar un proyecto que permitiera mostrar y compartir ese paisaje más allá de las copas. Así fue que nació Finca Bandini, como una viña, pero también como un emprendimiento enoturístico. Hoy, Bandini House of Wines, es uno de los lugares más visitados por los turistas que quieren conocer algo del origen de los grandes Malbec que se da en la Argentina. Allí hay una casa para recibir visitas con una vista panorámica a la finca, donde se ofrecen degustaciones y almuerzos maridados con sus vinos. También posee una terraza y un balcón para disfrutar al aire libre, ya sea de una picada, unas empanadas o un buen asado. Como novedad, inauguraron una pequeña casa de huéspedes con todas las comodidades, y ya comenzó la construcción de la bodega, en medio de la finca, donde prevén elaborar en la próxima vendimia, y tendrá una capacidad de 500.000 litros.

De las 70 hectáreas adquiridas, solo 15 estaban plantadas con vides y había 40 con olivos de cien años. Algunos se estos quedaron y son parte de una “avenida interna” muy atractiva, mientras que los restantes fueron sacados para hacer lugar a las nuevas vides. La inversión inicial fue de más de tres millones de dólares. Para plantar las nuevas vides y recuperar las antiguas se con sumó al reconocido ingeniero agrónomo Marcelo Canatella, quien eligió Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot hasta cubrir 60 hectáreas.

El desembarco de los vinos de Finca Bandini, en Argentina y los estados Unidos, fue en plena pandemia, esto quiere decir que, en su corta vida, sus etiquetas ya dan que hablar. Asesorados por el enólogo Marcelo Pelleriti, desde el vamos el foco fue la alta gama. Por eso, desde la viña hasta la bodega, los procesos son muy meticulosos.

Alberto Moreno Palacios es el joven enólogo residente y uno de los responsables de transmitir el lugar a través de las copas, pero sabe que para ello debe ir aprendiendo con el correr de las cosechas. Los vinos que elabora nacen en el viñedo, cada cual con sus rendimientos. Y luego en bodega, cada cual sigue un proceso de vinificación y de crianza específicos. La propuesta se inicia con el Aurum Extra Brut y el Rosé, que posee un carácter propio del lugar. Por su parte, Dos Cauces es el tinto joven y sin madera de la casa, con un perfil frutal puro de Las Compuertas. Los Muros cuenta otra parte de la historia, porque representa un homenaje al agua y a su importancia para la vitivinicultura. El blanco es el único que nace fuera de la finca (en Los Arbolitos; Los Chacayes). Un Blanc de Blancs a base de Gewurztraminer, Viognier, Chardonnay y Sauvignon Blanc con estructura compleja, todo cofermentado para resaltar su originalidad. El tinto es un blend de Malbec y Cabernet Sauvignon, una parte criada en barricas por 12 meses; la mayoría de segundo uso. Estos muros históricos, recuerdos de las esclusas que administraban el agua en toda la zona de Vistalba y Las Compuertas, son el legado que nos inspira respeto. La historia y la naturaleza, conviven en nuestra finca para honrar la expresión de la vida y sus frutos que hacen este vino elegante, equilibrado, rico, pensado para compartir grandes momentos. 

El Magno Corpore es uno de los dos grandes Malbec de Finca Bandini, nacido de una vinificación muy compleja, utilizando las uvas de la zona más pedregosa de la finca. Con algo de sangría y delestage, y el 20% del vino es microvinificado. La crianza lleva entre 18 y 24 meses; una parte en barricas nuevas y otra parte en huevos de cemento, y luego el vino permanece un año más en estiba. El otro es el Terroir Único, totalmente microvinificado en barricas nuevas, los racimos desgranados a mano con sumo cuidado para poder preservar cada detalle.

Y más allá que por Finca Bandini transitan las primeras aguas que bajan de la montaña y confluyen dos cauces de agua, lo cual dio lugar a una de las marcas de sus vinos, es uno de los rincones más atractivos de Mendoza para disfrutar vinos.

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at Fabricio Portelli

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