Conocer un lugar a través del vino, a través de la interpretación por parte del hombre, a través de las copas y a través del paladar, es lo que propone Finca Bandini, un flamante emprendimiento dedicada íntegramente a los vinos de alta gama.
Carolina Pelayes fue la elegida por Federico Bandini para llevar adelante su sueño; hacer vinos en su tierra natal. Ella, junto al joven enólogo Alberto Moreno, al reconocido Marcelo Pelleriti como asesor y al destacada Ing. Agrónomo Marcelo Canatella, llevó adelante este proyecto que se inició en 2014.
Federico Bandini, que hace muchos años vive en los Estados Unidos, compró una antigua finca con olivos plantados a 10 x 10m, y con solo 15ha de viñedos viejos de Malbec y Cabernet Sauvignon. Como el proyecto estaba enfocado en vinos, hubo que sacar los olivos, cuenta Carolina que fueron 2000 camionadas de olivos con 4000 olivos en total.
¿Por qué en Las Compuertas? Siendo que el Valle de Uco fue el gran protagonista del auge de la vitivinicultura nacional desde el nuevo milenio. “Sin dudas, porque es una de las mejores zonas de Mendoza para la viticultura, y acá empezó la viticultura de altura, con grandes suelos y amplitud térmica marcada”, afirma Carolina.
Uno de los aspectos que no tienen que ver con la calidad de los vinos, pero hacen al desarrollo sustentable del negocio es que, por la urbanización galopante de la zona, se trata de un proyecto caro. Porque si bien estar cerca de la ciudad supone grandes logros y mejor acceso a mano de obra calificada, los impuestos y servicios son cada vez más altos.
Las Compuertas está a más de 1000 msnm, y esta finca se encuentra pegada al cauce del Río Mendoza. Cuenta la historia que allí se dieron los primeros pasos para la administración del agua en la provincia de Mendoza. En el 1800 la gente se mataba por el agua, y por ello en 1844 se promulga la Ley de Aguas. La primera toma “De los Españoles”; por donde pasa el agua de toda Mendoza; está a 2km de Finca Bandini, y por la finca corren los principales cauces que alimentan a la ciudad. Es más, la zona se denomina Las Compuertas por estas gigantescas compuertas que administraban el agua, y que todavía se pueden ver en los muros de la finca que permanecen allí como un homenaje, y que forman parte del ADN e historia de la finca.
Esta zona tan propicia para el cultivo de la vid, desde el inicio pensaron y se enfocaron en hacer los mejores vinos que pudieran llegar a lograr, y para ello llevaron a cabo una viticultura de precisión, con Marcelo Canatella en agronomía y Marcelo Pelleriti como asesores de este ambicioso proyecto. “Es una finca con personalidad, es la mas grandes de toda Las Compuertas, con 70 hectáreas de las cuales 59 están cultivadas; y la finca que le sigue tiene 14ha”, afirma Marcelo Canatella.
Para el agrónomo, la historia del lugar está enmarcada en esa pared de suelo que bordea la finca.
El gran objetivo es transmitir el lugar, pero para ello hay que ir aprendiendo con el correr de las cosechas. En la finca hay vides viejas y plantas nuevas que el Ing. Marcelo Canatella plantó en función a la composición del suelo de cada parcela y a la orientación. Por otra parte, las vinificaciones ideadas son complejas, con sangría, maceraciones lentas, pre y post fermentativas, jugando con diferentes tipos de maderas, haciendo delestage, etc. Un protocolo ideado por el enólogo asesor de la casa; Marcelo Pelleriti.
Así, se pueden dividir los vinos según sus vinificaciones y el tipo de crianza. La propuesta empieza con el Dos Cauces, un tinto sin madera a base de vinos del año, un perfil puro de Las Compuertas, sin alteraciones. Los Muros cuenta otra parte de la historia, porque representa un homenaje al agua y a su importancia para la vitivinicultura. En este vino se juega con la madera. El blanco (el único que nace en Los Arbolitos; Los Chacayes) es un Blanc de Blancs a base de Gewurztraminer, Viognier, Chardonnay y Sauvignon Blanc con estructura compleja, el 25% del vino fermenta en barricas y el resto en huevos de concreto. Por su parte, el tinto es un blend de Cabernet Sauvignon y Malbec, una parte criada en barricas por 12 meses; la mayoría de segundo uso. El Magno Corpore es un gran Malbec puro de vinificación muy compleja, que se denomina así por su estructura. Se utilizan las uvas de la zona más pedregosa de la finca. Acá hay algo de sangría y delestage, y el 20% del vino es microvinificado. La crianza lleva entre 18 y 24 meses; una parte en barricas nuevas y otra parte en huevos de cemento, y luego el vino permanece un año más en estiba.
Y el Terroir Único es totalmente microvinificado en barricas nuevas, previo desgranado a mano; una técnica en la cual Marcelo Pelleriti tiene mucho expertise, tanto en Mendoza como en Francia (Pomerol). El enólogo Alberto Moreno destaca que se realiza una triple selección de uvas, una en finca y luego doble en bodega. “Ese día se para todo y se desgrana a mano, con hielo a la barrica para sacar el oxigeno y luego se vuelve a cerrar. Es un trabajo muy artesanal”, afirma el joven hacedor. Luego las barricas van a cámaras a 5 grados para lograr una maceración en frío sin fermentar, con pigeage y con hielo, de cinco a siete días. Y luego se larga la fermentación con el mismo protocolo, y siempre con barricas de primer uso.
Para Carolina Pelayes hay un antes y un después de la microvinificación, porque otorga resultados distintos, y recuerda que el primer Malbec premiado internacionalmente fue elaborado por Don Raúl de la Mota con uvas de Las Compuertas. “Este vino es aterciopelado por excelencia, sedoso y con sus taninos equilibrados, es un vino muy elegante con la fruta de Las Compuertas”, afirma la CEO.
Sin dudas es un Malbec puro, con mucha fuerza y también mucha delicadeza, sobre todo en sus expresiones y texturas. Un vino para disfrutar hoy o guardar por diez años.
Y mientras Federico Bandini sigue trabajando exitosamente en Houston en servicios petroleros, sus vinos ya empezaron a contar su historia.
Hitos de la zona
1977
Si hablamos de los vinos provenientes de la zona de Las Compuertas, la historia se remonta obviamente a un Malbec. Raúl de la Mota cosechó en Las Compuertas la mayor parte de las uvas que formaron parte del ya mítico Weinert Estrella 1977.
1980
En los años 80 Chandon compró un viñedo en la zona buscando lugares altos para elaborar sus bases de espumantes. La idea era injertar los viejos viñedos de Malbec con Chardonnay, pero al ver la calidad de vinos que producía este Malbec, decidieron conservarlo y años más tarde, este viñedo dio origen a Terrazas de los Andes. Fue ese mismo Malbec el que, promediando los 90, deslumbró a Pierre Lurton y Hervé Birnie Scott, dando lugar al nacimiento de Cheval des Andes.
1990
En 1998, a pesar de ser un año extremadamente lluvioso, en el que casi no se elaboraron vinos de alta gama en Mendoza, salieron al mercado algunos compuestos en más de un 80% por uvas de viñedos de la zona de Las Compuertas.
2000
En 2007 el INV reconoce y protege el uso de la IG (Indicación Geográfica) Las Compuertas mediante la Resolución C30-2007.
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at Fabricio Portelli
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