Para trascender las generaciones no solo hay que perdurar en el tiempo, sino ser protagonista, produciendo vinos de alta gama con uvas propias
Para trascender las generaciones no solo hay que perdurar en el tiempo, sino ser protagonista. Y eso lo sabe muy bien Federico Benegas Lynch, que desde 1999 recuperó el legado familiar, produciendo vinos de alta gama con uvas propias.
Queda claro que Federico Benegas Lynch tomó la posta de su bisabuelo, aunque con impronta propia. Gran conocedor de la historia vitivinícola, por formar parte de una de las familias protagonistas, en 1999 decide empezar a escribir su propio capítulo. Primero adquiere Finca Libertad, unas 40 hectáreas en la Costa del Alto Río Mendoza, más precisamente en Cruz de Piedra, Maipú, corazón de la Primera Zona.
En este viñedo histórico, conducido en espaldero bajo y con material pre-filoxérico, hay Cabernet Franc de 1899, Cabernet Sauvignon y Sangiovese de 1935, y Syrah (único en parral), Malbec y Merlot que datan de 1956. Algunas parcelas han sido replantadas entre 1999 y 2002 sumando además el Petit Verdot. El 100% está plantado sobre pie franco, con una densidad de 5.500 plantas x ha, y se riega tradicionalmente por inundación. De allí provienen el Benegas Lynch Libertad Estate Single Vineyard Cabernet Franc 2016 y el Benegas Estate Single Vineyard Syrah 2017; sin dudas, dos referentes de dichos cepajes.
Federico también adquirió y restauró una de las pocas reliquias de la antigua Mendoza, construida en 1901 por quien fue Gobernador, Agustín Álvarez. La bodega está ubicada en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos del centro. Cuenta con 80 piletas de cemento, de entre 2000 y 20.000 litros, y una capacidad total de 800.000 litros. Esto permite realizar muchas vinificaciones para entender más el carácter que otorga cada parcela. Pero el lugar preferido de los turistas es la cava subterránea a 8 metros de profundidad, con paredes de piedra. Allí la humedad se mantiene entre un 60 y 70%, y la temperatura varía lentamente de 13º C en invierno a 17ºC en verano de manera natural, ofreciendo condiciones ideales para la crianza. Allí hay 350 barricas, y todos los años se incorporan más, siempre de roble francés.
Recientemente, Benegas incorporó Finca La Encerrada; 40 hectáreas en Gualtallary, a 1450 msnm, pensando en la calidad diferencia de sus Malbec, pero también en la frescura y tensión que pueden alcanzar los Chardonnay y Pinot Noir. Justamente los dos varietales que completan la CAJA DELIRIO BENEGAS con el flamante (en primicia) Benegas Estate Chardonnay 2019 y el Benegas Estate Single Vineyard Pinot Noir 2017.
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